El tiempo ha transcurrido, quince años para ser exactos, sin embargo, el cortometraje entre vivos y plebeyos aún refleja nuestra realidad. Es triste saber que en tanto tiempo las cosas no han cambiado mucho. Que la idiosincrasia limeña motivada por la viveza (también llamada criollada), que tiene como fin poner el bien personal por encima del otro sin importarle las consecuencias, donde el más "vivo" es el que obtiene lo que quiere, aún sigue imperando en nuestra sociedad.
Esta producción
audiovisual se enfoca en mostrar cómo las acciones diarias de las personas están
guiadas por este sistema, donde la viveza de unos perjudica a otros, y
viceversa. Un ambiente donde sale a relucir este sistema es la Combi: el
pasajero quiere que el carro pare en la esquina de su casa, que no es paradero;
el chofer comete una infracción y no se preocupa mucho porque sabe que puede
negociar con el policía si le da una coima. Claro, entonces ¿para qué viajar
por otro medio si en la Combi está permitido hacer lo que quiero?
Otra situación cotidiana que
señala el corto es la piratería, sistema que logra poner a disposición de cualquier persona toda
música, película o libro que se le antoje por un precio mucho más barato que el
original. Y pues, ¿qué hacer si el sueldo mínimo solo alcanza para comprar artículos
“piratas”? La piratería se ha naturalizado tanto como la corrupción en nuestro
país, que es frecuente escuchar las frases “la piratería ayuda al autor porque
le da más popularidad” o el “roba pero hace obra”. La corrupción, mal endémico,
se ve reflejada en la clase política y en las clases sociales. Y ahí salta el
tema de la doble moral, pues mucha gente se queja del problema de la piratería
o la corrupción y exigen leyes más duras, y sin embargo no son consecuentes con
sus actos pues son asiduos compradores de productos piratas o pagan coimas con
tal de beneficiarse.
Otra gran problemática es la
famosa “hora peruana”, que refiere a la impuntualidad como característica del
peruano. Entonces si no eres peruano debes saber que a la hora exacta hay que agregarle un
adicional porque el peruano siempre llega tarde.
La problemática que plantea el
corto es mucho más amplia y merece realizarse un análisis profundo para
entenderlo y hallar alguna solución. El gran problema ético de nuestro país
tiene como causas principales a la actual crisis de valores, el grave estado de
pobreza y desigualdad y el aumento de familias disfuncionales.
La actual crisis de valores tiene
como consecuencias el aumento del individualismo y el egoísmo en las personas.
En esta época posmoderna se promueve un tipo de sociedad: consumista y
materialista, que ha dejado de lado la importancia de alimentar el alma para exaltar
lo externo y superficial. Hace falta reforzar la importancia de valores y
principales morales que ayuden a promover respeto e igualdad para nuestra
sociedad. Preceptos que funcionen a modo de imperativos categóricos, tales como
no matar, no robar y no mentir. Necesitamos un Estado que promueva el bien
colectivo y revalore los preceptos mencionados. Claro está la sociedad también
debe poner de su parte, los jóvenes deberían evitar formar familias
disfuncionales, en cambio deberían esforzarse por formar a una nueva generación
que repotencie los valores y busque, primero, el bien colectivo. Si bien la
pobreza y la desigualdad se han mantenido desde la época colonial, nunca es
tarde para disminuir su impacto y reducirlo al máximo. Si queremos traer al
mundo ciudadanos con sentido crítico y ético, también debemos brindarle un ambiente propicio para su creación.
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